Campo de muerte


Todo hubiera sido difícil incluso si los gases fétidos de las bombas no me hubieran cegado, pero era mi deber. Entre detonaciones ensordecedoras y polvos ardientes me abrí paso para llegar hasta ti. No por amor, no por valentía desmedida, sino porque pude ser yo.

Franqueé mil y un cadáveres persiguiendo tu cuerpo sin saber si estaba con o sin vida. Crucé mares de gritos ensordecedores que intentaban llevarme en su corriente y arrastrarme hasta el fondo de su tormento. Sentía balas penetrando mi piel con cada paso que daba, sabiendo que me jugaba la vida, que quizás no saldría vivo, que quizás no habría un yo que corriera la misma suerte que tú, pero tenía que llegar a ti, eres más fuerte que yo.

Las bombas caían tan cerca que me ensordecían. De repente el mundo se apagó, como si alguien le hubiera bajado el volumen, y ahí fue cuando lo escuché: el piano... Ese piano de cola negro que le regalé una navidad. ¡Cómo la amaba! Y qué bien tocaba, solo para mi, siempre para mi... a pesar de lo que pienses. Sus dedos se deslizaban como seda y sus labios sonreían al verme conmovido con cada nota.

En esto pensaba mientras mi mundo se acababa a mi alrededor, mientras tu perdías segundos de vida tirado en ese rincón de la trinchera, sangrando y desesperando porque pensabas que no habría un yo que te rescatara. Ya llego, ya llego...

Todo en cámara lenta; el ocre y sepia del mundo a mi alrededor se volvía más opaco, y seguía escuchando ese piano, que pasaba de tono dulce a presagio de tormenta y lentamente se me escapaba. Luchaba por devolverlo, necesitaba el sonido, necesitaba la sobriedad que me aportaba para poder llegar hasta ti, para devolverte a ella, muy a mi pesar.

Te vi. Acostado en la trinchera, aferrado a tu arma como siempre, como si fuera a salir corriendo y a volverse contra ti, aferrándote a ella como a tu vida. Me miraste con los ojos de par en par. ¿Te sorprendiste al ver que regresé por ti? Apuesto que sí, apuesto que ya fantaseabas con una muerte lenta, solitaria y dolorosa, viéndote reflejado en cada cadáver que caía frente a ti y viéndola a ella reflejada en cada gota de sangre que manaba de tu cuerpo.

Pero no fue así.

Te levantaste, me miraste desde arriba con ese aire de superioridad perenne tuyo que no supiste esconder ni cuando nuestra amistad era sincera. Caminaste hacia mí y te detuviste a tres pasos de distancia. Ya sin mirarme a los ojos recogiste el cadáver que yacía a tus pies y haciendo acopio de todas las fuerzas restantes en tu abatido cuerpo lo llevaste lejos de mí.

Te llamé, aun escuchando el piano que se alejaba lentamente y se despedía con sus dulces notas del campo de muerte y destrucción en el que yacíamos... Y lo vi... Tendido en tus brazos, con la mirada perdida fija en el cielo, como llamando a los ángeles en socorro, con la cara ensangrentada por una explosión interna, con los miembros lánguidos y ya inútiles. Miré hacia el rostro de la muerte reflejado en el mio propio. Ví como me cargabas con pesadez y me dejabas caer en el pozo, con el resto de los desdichados que, como yo, murieron por nada y para nadie. Encontré mi muerte tratando de salvarte de ella y miré directamente a su rostro, desolado, impasible, etéreo, nunca más de este mundo pero siempre en él, acechante y expectante.


For my nurse (K) Thanks 4 everything

6 comentarios:

Unknown 7 de junio de 2007, 20:40  

Literally.. a dream come true... sublime Delia... sublime...

Anónimo 7 de junio de 2007, 21:27  

Excelente historia me gusta mucho la narración y como se desarrolla la trama. Se asemeja a vivencias recientes q he tenido q transcurrieron en lo q se podria considerar un campo de batalla, excepto q no murio nadie hasta donde yo c.

BabeDeJour 8 de junio de 2007, 10:44  

Parece ser que la vena romántica está herida de guerra [de paro, de negligencia?] últimamente, pero sigue ahí, por suerte, al menos por ahora. En resumen, Vicky likes :D

M 9 de junio de 2007, 15:36  

Congratulations, dear

carolina 12 de junio de 2007, 3:12  

porque escribir de muerte..si la muerte no existe,tampoco vivimos, solo existimos en ,edio de la nebula del sueño que ya es desvelo, los pianos de cola se secaron como aquel cipres sin tiempo, y la seda se escurre entre los dedos, no hay cuerpos, ni metralla ni napalm, solo la tristeza de ojos que se cansaron de mirar, camina, no corras, el fozo te puede atrapar, sabes que es que estas muerta y no te has dado cuenta o acaso soy yo la que acaba de morir con los brazos por piernas....

Un besotteee...yo.

Anónimo 7 de febrero de 2010, 21:58  

good, i just brought many bran-new emo backgrounds in my blog
http://www.emo-backgrounds.info

起死回生

起死回生
Wake from death and return to life

Facebook Widget

Seguidores