Mi Mamá, de nuevo

Me dijeron que te quedaste parado en medio de la nada…..me dijeron que tus ojos reaprendieron el pasado en el olvido…., me dijeron que llegaste, y aun cuando la puerta entreabierta te invita al descanso, yo no te he visto, será que llegaste al lugar de donde nunca has salido, o ya no reconoces del tiempo ido las piedras sucias del camino, y el olor a cemento fresco se paga en las suelas, en las mangas y en el cuello; a los techos se los llevo el viento, recuerdas aquel hospital donde no pudieron llegar ellos , refugio pronto de aquel desafuero, ya no está , ahora es un manicomio donde vamos o nos llevan a ver si aun pensamos; yo me fui con los techos, a volar el vuelo sin alas de los sueños….Me dijeron que te vieron arrastrando ruinas, recogiendo pedazos, recorriendo luchas, recuerdas las mil calles llenas de colores , el olor a hierbabuena, a dulce de leche al pan recién horneado de la abuela, recuerdas acaso las tardes de sábado, la modorra del domingo entre rondas de niños, ya no hay niños, ni pelotas en las calles ni ruido, tampoco llego el circo, se acabo el pan y el vino ( que ya es vicio ), todo se lo llevo aquel que jugo a ser Dios en nombre de un pueblo que pronunciaba su nombre en vano, nada queda ni rostros en las puertas, ni ventanas que se cierran, solo un inmenso cementerio sin lapidas ni lagrimas. Me dijeron que buscabas mi puerta, la costumbre de ir y venir se te hizo ajena, o es acaso que las flores se secaron regadas por tu ausencia. Me dijeron que estas cerca, y en el umbral del asombro mis ojos se posaron en tu rostro, y el olor a café recién colado lleno el espacio, las sillas del porche siguen en su sitio y aun rechinan, pero no hay sonrisa solo el cansancio de mil días, y en tu rostro la pregunta que callas y es grito, la duda que espina…que fue de los días aquellos en que no teníamos miedo. Te fuiste o te dijimos que te fueras, hoy es lo mismo, no ayer cuando mi cielo lloraba la sangre de sus hijos, que tiño de rojo clavel los lirios, y a ellos no les importaba, callar al que habla por que el ruido estorba, hambruna de mil semanas, ví. mis calles llenas de gente extraña que no hablaban mi lengua y cargaban armas, barricadas hechas de cuerpos inertes, batalla de balas contra manos blancas. A quién le importo la matanza, no a ellos no, a aquel que los mandaba, luego no había tiempo para lápidas, no hubo entierros ni rezos, solo cenizas, humo y ese frío que cala los huesos, desde entonces no hay un nuestro solo ellos, siempre ellos. Te sacamos de nuestra alma, o de tanto esperar decidiste irte donde nadie te encontrara, me dijeron que te vieron en mi puerta, pero no son tus ojos los que mis ojos vieron, o quizá los míos de tanto buscarte se quedaron ciegos, pasas o sigues afuera, tampoco sabes si soy yo a la que observas, los estragos de tanta mudez inútil son vacío, el espejo ya no refleja lo mismo, y es que no se puede tener espejos, son vanidad y esa se la reservan ellos. Pero ven pasa, no somos los de antes, pero siempre seremos los de ahora, si es que el ahora es algo mas que un instante que quedo guindado como al descuido de las manecillas de el reloj que ya no da la hora, y es que esta era se volvió hirsuta, vieja y fea…. , somos lo que queda aun de pie aunque nadie nos vea, ellos no lo saben…a lo mejor sospechan. Por eso viniste, por eso regresaste, aun nos queda una carta, nunca será la ultima pero hay que jugarla, por eso esta aquí en medio de la nada, mirándome de frente sin lugar para espaldas, nos queda una batalla de irreverente esplendor, tendremos el atino de librarla, dame tu mano y entre tus dedos lía las saetas que cubrirán los cielos, conspiración y celada, cuantas noches de desvelo, premuras de madrugada, pero cual alfiles se levantaran los que hasta hoy durmieron, y el numen vencido despertara ahítos de libros con sed de palabras. Ahora que estas aquí hablaremos del mañana, porque el suelo temblara y no habrá bota, ni cárcel ni amenaza, cuando al silencio lo venza el grito de mil gargantas, de este a oeste, de norte a sur, estallaran al unísono mil caravanas; riega la semilla sembrada y al fin crecerán las hojas en las ramas, y serán los retoños de esos árboles viejos que nadie mira ya, los que llenaran de flores los pórticos, las aceras, las casas, las sillas….,volverán los techos a su sitio, sonaran de nuevo las aldabas, la iglesia abrirá su puerta , y habrá risas en las ventanas, y entonces pasaran henchidos de sol, oliendo a tierra, sudando irreverencia, y la savia limpia corre impúdica por sus venas, y se quedaran haciendo mella, abriendo una herida fresca por done se colara el odio, y el insulto, y la maldición blasfema, y no se irán…se quedaran, y caminaran la historia y la escribirán con un tintero lleno de sangre nueva, y hablaran con la voz de mil gargantas hechas un solo grito, y a ellos le dirán que se les acabo su siempre y les empezó su mas nunca. Libremos pues la batalla pronta, la hora es nona, el tiempo dice basta, … La Libertad y la Esperanza se miraron de frente y en medio del cielo azul enarbolaron la Bandera Tricolor de La Patria..