La niña


La niña no duerme. Mañana empezará temprano porque tiene que ir al colegio, pero no duerme. Es tanta la emoción por dormirse y ver qué pasará en sus sueños, que no se siente en absoluto cansada, quedándose mirando al techo.

En la mesita de noche, una copia de Peter Pan. Ella la mira, y aún no concilia el sueño: anoche los piratas la secuestraban, Peter la rescataba y, junto a los Niños Perdidos, planeaban por el país de Nunca Jamás.

La niña suelta una risita: no estaba Wendy con ellos, ya no. Ella había decidido crecer, y ahora era su propio turno.

Se revuelve en la cama, aburrida. Quiere volar de nuevo, quiere soñar, quiere tomar leche y comer galletitas. Se levanta y las busca, pero no alcanza el tarro… pero no importa, ahora que es una niña perdida tiene habilidades de supervivencia, y, montándose en una mesa, alcanza el tarro y saca una galleta. Vuelve así a la cama, orgullosa.

La niña no duerme. Se termina la galleta, se toma la leche y deja el vaso vacío, con cuidado, al lado de Peter Pan.

No le tiene miedo a Garfio, claro que no: los piratas son tontos y feos. Como su maestra de matemáticas, ella también es tonta. Seguro es pirata y novia de Garfio, ja, ja.


La niña empieza a tener frío y se arropa con fuerza, acomodándose en la almohada. Bosteza. Sí… la maestra es tonta, y grande, bú. Seguro Campanita se burla de ella, claro que sí, por verrugosa y…

La niña ve una luz pululando cerca de su ventana. Su mamá dice que se llaman luciérnagas, pero su mamá es adulta y no entiende. La niña sabe que es su hada. Sonríe y, bostezando de nuevo, murmura:

- Yo sí creo en las hadas.


Finalmente, la niña duerme. Vuela en el país de Nunca Jamás.


起死回生

起死回生
Wake from death and return to life

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