Segundero


El reloj está formado por una serie de engranajes, una tuerca que arregla la hora, un marco, un cuerpo, un vidrio y dos o tres agujas.
"O": conjunción disyuntiva que denota la disponibilidad de uno de los elementos que la circundan; no "y": conjunción copulativa que denota imperatividad. ¿El imperativo categórico de Kant? Yo tampoco sé que significa eso, sólo sé que no lo soy. No hace falta que pase por sesenta puntos para que el minuto exista. El tiempo no deja de correr porque me detenga, ni para el tiempo en sí mismo ni para quien lo contempla.
Soy la manifestación de la existencia del camino que lleva al minuto, eso es todo. Nadie mira a un segundero, es suficiente con saber que existe el segundo. Basta con saber los minutos para calificar un retraso. A mi sólo me observa el que con la mirada pretende apresurar al tiempo y acumular nudos en la espalda con cada tic de mi existencia, para lograr sentir esa opresión en el pecho que a menudo mi existencia causa; no el segundo, yo.
No soy necesario, soy disponible. Puedo estar o no estar. Disyuntiva de nuevo. Al estar consumo vista y sumo peso al cuerpo del reloj, del que soy totalmente accesorio.
Marco la existencia de lo efímero e insignificante: el segundo. El segundo es un tercio de respiro, un parpadeo, medio te amo y sólo uno de mis tics.

5 comentarios:

D. C. Salazar 7 de enero de 2009, 14:24  

Happy New Year musas

D. C. Salazar 7 de enero de 2009, 14:29  

Fé de Errata... es suficiente con sabeR que existe :P

BabeDeJour 7 de enero de 2009, 19:44  

Cariño, esta entrada me huele a deadline :)

Como sea, me encanta. ¿Nunca has oído la teoría de que el tiempo no existe? Se basa en el hecho de que, al ver la hora exacta, al microsegundo e intentar decirla, ya ha cambiado... así que es tan efímero que no existe. La idea tiene un swing que me agrada.

¡Feliz año, blog!

Pandacucho 9 de enero de 2009, 7:42  

Feliz año :)

Me alegra verlas por aquí.

¿Te diste cuenta de que si unes la "O" con la "y", haces un reloj, con sus respectivos minutero y sengundero?

El tiempo, dice Waking life, es una ilusión. Se basa en el hecho de que todo es eterno gracias a la posibilidad de morir.

La cosa va más o menos así:

Dios nos ha ofrecido la eternidad desde un principio, todo benevolente y dandy, haciéndonos la pregunta "Hey, vos ¿Quieres entrar al cielo? tú sabes, ¿Ser eterno?" Pero nosotros, engañados por el diablo, el cual monta la tramoya de que el existe el tiempo, decimos: "no, ya va, todavía no he hecho esto. Ya va, es muy temprano, debo hacer unas cosas primero, como tirar, o comerme un chocolate, o conocer a Elton Jhon, o ir a Japón; ya va, ahorita, me gusta ser humano por un rato, me lo merezco" Y cosas así.

Dios, o el universo dice "Ok, como quieras" y seguimos viviendo en un infierno raro, nada de fuego, nada de rojo, pero con tiempo.

Supuestamente, todo cambia cuando digamos "¿sabes? Sí, sí quioero ser feliz. Estoy dispuesto, quiero ser eterno" Entonces te das cuenta de lo que siempre has sido.

Todo hecho de Fur y galletas.

Se te extraña en el sol.

Nos vemos.

Maria Alexandra 10 de enero de 2009, 18:15  

lo importante es que en cada segunto estás. El imperativo es ser

起死回生

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Wake from death and return to life

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